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Situaciones Insolvencia

 

Tenemos varios tipos de Situaciones Insolvencia, entre ellos y dónde podrán leer más abajo de este Post, será también la Insolvencia a Personas Físicas y la Insolvencia a Empresas y Autónomos.

    • ASESORAMIENTO EN SITUACIONES DE INSOLVENCIA, INMINENTES O ACTUALES, EN LA PRESENTACIÓN DE CONCURSOS COMO ESTRATEGIA DE REFLOTAMIENTO, DESLOCALIZACIÓN O CIERRE.

 

    • ASISTENCIA EN LA PROPIA PRESENTACIÓN DEL CONCURSO Y EN LA GESTIÓN DEL MISMO, COMO ASESORES O COMO EJECUTIVOS INTERINOS, INVOLUCRÁNDONOS EN LAS NEGOCIACIONES CON LAS PARTES IMPLICADAS (PROVEEDORES, ACREEDORES FINANCIEROS, EMPLEADOS, ETC.).

 

    • LIQUIDACIONES, CIERRES ORDENADOS Y DESLOCALIZACIONES.

 

  • PROCESOS “LLAVE EN MANO” PARA CIERRES Y LIQUIDACIONES ORDENADAS PUDIÉNDONOS ENCARGAR DE TODO EL PROCESO COMPLETO, ASÍ COMO LA GESTIÓN DE PROCESOS DEDES LOCALIZACIÓN.

Consecuencias por la declaración de insolvencia

Declararse insolvente no significa que la obligación de pago de la deuda termine.

En primer lugar, se hará un estudio minucioso sobre la situación  del insolvente, para cerciorarse de que no tiene o dispone de los recursos económicos para poder afrontar los pagos. Esto se denomina  “Procedimiento Concursal“.

Además, las deudas tendrán que ser realizadas.

La peor consecuencia para el insolvente

La insolvencia se queda permanente y además de los  problemas futuros para el insolvente al pedir un crédito, provocando lo peor que podría ocurrir para comenzar un negocio.

SITUACIONES INSOLVENCIA A PERSONAS FÍSICAS

Personas Físicas

La dificultad o imposibilidad de cumplir con las obligaciones contraídas al no tener medios líquidos, se traduce en una situación de insolvencia. Esta situación jurídica de insolvencia puede afectar tanto a empresas como a personas físicas o unidades familiares, cuando no pueden afrontar el pago de sus deudas.

Hay que realizar un estudio previo sobre el endeudamiento y si esas deudas se encuentran en fase de impago inmediato, actual o si ya están siendo reclamadas por los acreedores en sede judicial mediante procesos ejecutivos.

La mejor manera de iniciar un análisis de insolvencia es conocer si esta situación se entiende que será inminente, es decir, que se cree que próximamente se dejará de pagar. De esta forma, podemos anticiparnos.

Además habría que evaluar si se trata de deudas ordinarias o hipotecarias, ya que la normativa a aplicar es diferente.

Se valora la conveniencia de emprender negociaciones con los acreedores y así limitar el periodo de tiempo en el que el deudor trata de evitar su concurso y prever las consecuencias o, si finalmente hay que optar por un procedimiento de insolvencia de persona física, es decir, el concurso de acreedores. Todo ello con el objetivo de paralizar los pagos, intereses de deuda y las ejecuciones en curso y dar solución al desequilibrio financiero.

Lo esencial es el estudio sobre las causas que llevan a esa situación de insolvencia, pues en el ejercicio de la vida diaria, nos encontramos con situaciones en las que la imposibilidad de pagar es debido a cláusulas abusivas, por tanto podemos atajar directamente.

 

La dificultad o imposibilidad de cumplir con las obligaciones contraídas al no tener medios líquidos, se traduce en una situación de insolvencia. Esta situación jurídica de insolvencia puede afectar tanto a empresas como a personas físicas o unidades familiares, cuando no pueden afrontar el pago de sus deudas.

SITUACIONES INSOLVENCIA AUTÓNOMOS –  PERSONAS JURÍDICAS

Autónomos/Personas jurídicas.

En cuanto a los autónomos y a las empresas, las circunstancias cambian un poco, pues la normativa aplicable es más limitativa que lo previsto para la persona física.

De igual modo hay que realizar un análisis de las causas de la insolvencia para intentar adelantarnos a las situaciones de conflicto que pudieran derivarse así como encontrar las posibles soluciones.

Nuestros profesionales estudian y analizan en qué estado de insolvencia se encuentra, intentando prevenir la misma con anticipación. Y considerando que normalmente estas deudas están garantizadas patrimonialmente por los socios y administradores, con las consecuentes responsabilidades que ello conlleva.

La solución a la insolvencia de las empresas comprende reorganización interna, procedimientos de negociación de deudas con los acreedores e incluso la declaración en concurso, con proyecto de programa de pagos mediante convenios con los acreedores o con liquidaciones estructuradas del patrimonio del deudor, como alternativa al convenio.